jueves, 10 de abril de 2014

Semana 30: El drama del sacaleches

Esta semana ha venido marcada básicamente por las últimas "decisiones" que estamos tomando en cuanto a esas últimas compras o preparativos... Esta se la dedico al sacaleches, pero vendrán más... Porque telita los cursillos que tiene que hacer una para decidir según qué cosas!

Estoy segura de que muchas mamás o futuras mamás me dirán de todo por estar pensando ya en el sacaleches... y es normal! El sacaleches debería estar marcado como opcional y/o ocasional en la lista de preparativos para la llegada del bebé y únicamente en casos de que pueda llegar a necesitarse en la lactancia...

Yo, en cambio, sé que lo voy a necesitar, porque tendré que volver al trabajo cuando mi niña tenga solo 4 meses de vida y, a estas alturas de la película, he decidido ya que no voy a darle leche de fórmula (a no ser que fuese absolutamente necesario y que directamente me lo aconsejara el pediatra por cualquier motivo (muy muy justificado)).

De entrada, había pensado en coger el más simple del mercado para tenerlo ya cuando naciera la niña y no tener que mandar corriendo a mi pareja a la farmacia en una urgencia y que te cobren por él lo que ellos quieran... Pero, poco a poco, voy siendo consciente de que, para ir almacenando la leche que tomará la niña cuando yo no esté en casa, necesitaré empezar muy prontito a extraer la leche y guardarla y que el uso que le daré al sacaleches será más que frecuente... Entonces había pensado en un sacaleches manual más completito y resulta que todas las opiniones en Internet me mandan al Harmony de Medela...


Es un sacaleches manual, aparentemente sencillo de usar y de lavar, con dos fases de extracción y del que dicen maravillas...

Una vez más, la duda está en que esas mismas opiniones lo definen como "un sacaleches de uso ocasional", con lo que, si el uso va a ser más habitual o se va a prolongar durante algunos meses, ya te recomiendan pasar al eléctrico, tres veces más caro. El elegido en este caso sería, igualmente, de la marca Medela. 


Y por último, tenemos unos sacaleches que yo no había visto y que no tenía idea de que existían y que resulta que son dobles! (ignorante de mí). Estos quedan prácticamente descartados desde ya, porque me parece algo exagerado y, por raro que suene (así de rarita soy yo), imagino que la sensación de estar siendo ordeñada como una vaquita irá en aumento, con la aparente única ventaja respecto al manual simple de reducir algo el tiempo de extracción...




viernes, 4 de abril de 2014

Segunda clase de preparación al parto

Esta semana hemos asistido a nuestra segunda clase de preparación al parto. La matrona que las imparte nos pidió que lleváramos ropa cómoda porque haríamos una serie de estiramientos. Aprovechamos las famosas pelotas de pilates para hacerlos sobre ellas y la verdad es que me gustaron bastante... Y por el precio al que las he visto, seguramente me compraré una, que la matrona nos las ha aconsejado mucho, incluso para aliviar el dolor de las primeras contracciones de parto.


También nos enseñó el modelo de plan de parto "oficial" que tenemos en Cataluña (y que ahora misteriosamente no encuentro), pero enlazo un ejemplo parecido aquí. Es un documento donde, en principio, se recogen las voluntades (o preferencias) de la madre durante el proceso de parto. Obviamente, dentro de unos límites (tanto en instalaciones como en riesgos para la madre y su bebé). 
Al poco de enterarme de que estaba embarazada y empezar a sumergirme en el mundo del embarazo y la maternidad y de descubrir lo que era un plan de parto, pensé que la cosa no iba conmigo..., que yo quería mi epidural y que este documento solo debían rellenarlo aquellas mamás que desearan un parto natural... Pues nada más lejos de la realidad. Es un documento que creo que deberíamos rellenar todas, independientemente de si consentimos o no epidural, enema, rasurado, episotomía, etc... Yo esperaré a que la matrona nos traiga impreso el modelo de plan de parto que utilizan en mi hospital y mientra seguiré pensando en las casillitas que quiero marcar.

Por último, tocamos bastante a fondo el tema de la epidural. Yo, que soy aprensiva como yo sola, tenía claro, desde antes incluso de quedarme embarazada que entraría en urgencias pidiéndola a gritos... Pues resulta que durante la clase preparto, viendo los efectos secundarios que puede tener (no demasiados, vale), medio decidí que intentaría dar a luz sin ella... Pero luego, volví a cambiar de opinión (así soy yo, apenas le doy vueltas a las cosas), cuando la matrona nos explicó que habían estado avanzando mucho en la técnica y que ahora querían que el uso de la epidural no nos apartara del trabajo de parto, pues ya no te duermen la parte inferior del cuerpo... Defiende que ha pasado de ser una anestesia a una analgesia... De todas formas, yo esto último me lo creo a medias (llamadme incrédula) y, al menos en cuanto el tema de la epidural marcaré la casillita que pone que "lo decidiré en el momento del parto". Obviamente, todos mis planes podrían irse al traste en cualquier momento (es lo que tienen los planes), pero creo que estaré más tranquila si empiezo a pensar ya en ello.

Perdón por haberos aburrido tanto en esta entrada, pero por cutre que suene, me desahoga bastante plasmarlo todo aquí =P